Por @DavidGuenni de @VFutura
El sistema político Venezolano se escuda sobre sí mismo ante la amenaza real de ser aniquilado por obra de nuestra juventud patriótica. La funcional perversidad a la que dicho sistema nos tiene acostumbrados, alcanza ahora el estadio de lo grotesco. Ante su estrategia de confusión inducida, engaños y artefactos, en una realidad compleja y volátil, quería dejar por escrito algunos puntos previamente esbozados en otros artículos, pero nunca compendiados en uno solo.
Nosotros, los jóvenes y estudiantes sin padrinos políticos, estamos claros de la verdadera naturaleza de este régimen opresor: una abierta vocación totalitaria que se basa en un sistema político populista, clientelista y paternalista. Su sostén es el terror, por obra de su aparato represor delincuencial, criminal y terrorista. Su raíz ideológica proviene y se nutre del marxismo en todas sus viles facetas: leninista, estalinista, maoísta, gramsciana, castrista, guevarista, etc. Sin duda alguna, es un régimen COMUNISTA que, como todos sus antecesores, busca la aniquilación -física, mental y/o espiritual- de todos los seres humanos que aspiramos a la Libertad, para lograr su fin último: una comunidad de esclavos comandados por una cúpula de privilegiados.
Nosotros estamos claros de que en Venezuela no hay Estado y no hay Gobierno; por ende no se respeta la Ley y no hay garantías de ningún tipo. Es obvio que no existe ni la más remota posibilidad de hablar de Libertad y Democracia en dichas circunstancias. Por consiguiente, estamos claros de que los caminos electorales quedan absolutamente descartados, dentro de una estrategia que quiera devolverle a Venezuela su Libertad y su Soberanía. La única forma de recuperar a Venezuela es a través de la desobediencia civil generalizada, la gestación de un clima absoluto de ingobernabilidad para preparar la salida del régimen, y la intervención de aquella Institución que juró defender a la Nación de enemigos foráneos y domésticos.
Nosotros estamos claros de que Venezuela no es actualmente una Nación independiente. Hoy en día somos una colonia administrada por una fuerza de ocupación extranjera, de vocación internacionalista y desestabilizadora. Dicha fuerza tiene nombre y apellido: es el régimen comunista de los criminales hermanos Castro y de las figuras rectoras del infame Foro de São Paulo.
Nosotros estamos claros de que la destrucción material, social, política, económica, institucional cultural, espiritual y ética, a la que ha sido sometida nuestra otrora poderosa y brillante Patria, no ha sido una consecuencia “no-intencionada” de la acción “inepta” de unos supuestos “incapaces” en el poder. Al contrario, el abismo de pesadillas en el que se encuentra sumida la Nación de José Antonio Páez, se debe única y exclusivamente a las políticas -conscientes y premeditadas- aplicadas por la clase política socialista y comunista que, hoy en día, ostenta el poder en Venezuela y gran parte de América Latina. De nuevo, la meta aquí es precisa: doblegarnos y esclavizarnos. En ese mismo sentido, estamos claros de que dichos planes se encaminan hacia un único objetivo: la dominación total de las naciones controladas por la izquierda internacionalista.

traidores, farsantes, ídolos mediáticos y tontos útiles se generó con el simple objetivo de contar con una fachada “democrática” ante el mundo y, además, de mantener ocupada/distraída a la inmensa mayoría de venezolanos -que quiere vivir en Libertad- en la comparsa electorera, dialoguera, demagógica, opiácea, politiquera y discursiva que sostiene al régimen, alejándolo de un escenario de fuertes disidencias que pueda poner en peligro su hegemonía. La dialéctica MUD-PSUV es, en este sentido, completamente premeditada y artificial; eso lo tenemos claro.

En fin, nosotros estamos claros de todo lo que está pasando aquí; de todo lo que tiene que pasar para poder evitar ese futuro de esclavitud al que nos están condenando, y de todo lo que está haciendo el enemigo para arrebatarnos la Libertad que estamos dispuestos a defender con nuestras vidas. Por eso, nuestra postura y nuestras exigencias, como jóvenes venezolanos, son INVARIBALES e INNEGOCIABLES.
Nosotros sí estamos claros, ¿usted también lo está?
GRACIAS, EXCELENTE
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